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Opcional I (Zurisadahí Gómez Hernández)

Análisis de encuestas nutricionales
En la historia, observamos cambios sociales, económicos, culturales, tecnológicos entre otros. En este trabajo nos referiremos a los resultados de una encuesta aplicada en la zona urbana de Xalapa, Veracruz, que nos permite visualizar cómo han cambiado los hábitos alimenticios en los estudiantes adolescentes, sus preferencias y los alimentos que predominantemente son ingeridos.
     El contexto de esta escuela es urbano, con amplia gama de transporte. En cuanto a los aspectos económicos, los estudiantes se encuentran en una clase media, el 25% de los alumnos encuestados tiene un trabajo de medio turno para sufragar los gastos escolares y apoyar a su familia, esto influye en cuanto al respeto de los tiempos de comida, como lo abordaremos posteriormente.
    Haciendo un análisis de lo que debería consumir el adolescente encontramos que: “Las necesidades nutricionales de los adolescentes vienen marcadas por los procesos de maduración sexual, aumento de talla y aumento de peso, característicos de esta etapa de la vida. Estos procesos requieren una elevada cantidad de energía y nutrientes, hay que tener en cuenta que en esta etapa el niño gana aproximadamente el 20% de la talla que va a tener como adulto y el 50% del peso. Estos incrementos se corresponden con aumento de masa muscular, y masa ósea. Toda esta situación se ve directamente afectada por la alimentación que debe estar dirigida y diseñada para cubrir el gasto que se origina” (Saludalia. URL: http://www.saludalia.com/Saludalia/web_saludalia/vivir_sano/doc/nutricion/doc/alimentacion_adolescencia.htm).
     Es importante atender las de los adolescentes, aunque no existe una dieta estrictamente dedicada a ellos debido a sus características individuales, en esta etapa cada uno requiere nutrientes en distintas cantidades, pero podemos mencionar que de manera general la recomendación está basada en la pirámide de la alimentación que contempla:
Es necesario que enseñemos a los jóvenes a alimentarse correctamente, que según las encuestas realizadas por ENSANUT (2007) significa:
Cuidar la dieta.
Cuidar las cantidades que ingerimos.
Vigilar la calidad.
Elegir bien los alimentos.
Ser prudentes con algunos alimentos que puedan resultar fuertes o indigestos.
Evitar ciertas combinaciones o incompatibilidades.

     Hacer consciencia que la nutrición es uno de los aspectos clave, no sólo para recuperar la salud, sino también para garantizar su mantenimiento durante el presente y aún más en el futuro. Un acto consciente de selección de los alimentos a ingerir y digerir definirá si nuestra salubridad será óptima y fuerte; o en su defecto,  tendremos afecciones,  dolencias o trastornos (Gómez, 2003). Es por ellos que se realizaron encuestas para vislumbrar en qué situación están los adolescentes  y cómo las influencias anteriormente mencionadas determinan sus gustos.
    De acuerdo al análisis de las encuestas aplicadas en el periodo del 25 al 29 de octubre del 2010, observamos que sólo un alumno declaró no desayunar, cuestión que sabemos es muy desfavorable para su desempeño escolar. Por otra parte, la mayoría consume cereal, leche y pan, como pueden observar en la siguiente gráfica que representa los resultados en cuanto a qué alimentos ingieren en el desayuno.
Si bien la mayoría desayuna observamos que no lo hacen de manera balanceada, ya que está basada sólo en lácteos y harinas en la gran mayoría. El desayuno constituye la base del día, es el primer alimento que se ingiere ha de tratarse que sea balanceado y permanente.
     Respecto a la comida, los alimentos más ingeridos son: las tortillas, carne de pollo, frijoles y arroz. Consumen en menor medida verduras y sus formas de preparación.
Ubicándonos en el contexto escolar y tomando en cuenta la reciente ley aprobada por nuestros representantes sobre la necesidad de prohibir los alimentos chatarra en las escuelas para propiciar una buena alimentación; nos sorprendió encontrar que los alimentos ofrecidos por la administración contradicen a la mencionada ley, debido a una mala interpretación.
    El 5 de septiembre  del 2007 se publicó en la gaceta oficial el decreto número 912 que reforma la ley general de educación de la siguiente manera:
“Artículo 100. …
I. a IV. …
V. Participar con las autoridades escolares, dependencias y entidades correspondientes, en el diseño de programas sobre alimentación familiar, que permitan a los padres orientar el consumo que hagan sus hijos de los productos que sean comercializados por las cooperativas escolares.”
http://dns.veracruz-programa.gob.mx/opg/Guia2/paginas/Archivos/LEYES/LEYDEEDUCACION/5septiembre2007(3).pdf
     Los alimentos más consumidos en la escuela son: los dulces, palomitas de maíz y refresco. Como podrán observar hay poca variedad y no pertenecen a distintos niveles de la pirámide de la alimentación, se concentran en el de grasas, aceites y dulces, por tanto los requerimientos de una mejor alimentación no están siendo ofertados.
Retomando lo anterior, es necesario formular una de las preguntas que incluía nuestro instrumento: ¿Con qué frecuencia ingieren comida rápida? A lo que los alumnos contestaron lo siguiente:
La mayoría tiene un consumo constante de cada ocho días, haciendo una ingesta hasta de 2500 kilocalorías, sobrepasando así la ingesta promedio recomendada al día, al mezclarse con las demás comidas. Son sólo dos alumnos los que declararon no consumirlas por gusto o enfermedad. Más del 75% ingiere este tipo de alimentos: hot-dog, hamburguesa, pizza, etc. Y analizamos cómo la escuela contribuye a fomentar este hábito al vender este tipo de productos.
     Con la venta de comida rápida propiciamos el desarrollo del trastorno de la obesidad, en México somos el país número uno en obesidad (OCDE, 2006). Observamos que en tiempos pasados el consumo de verduras y carne era de alguna forma balanceada, además de reconocer que el sistema de vida era otro, la población tenia mayor posibilidad de desarrollo motriz, a través del trabajo y en casa se propiciaba el ejercicio, de cierta forma esto los mantenía en un peso normal.
     En el transcurso de los años factores como la crisis económica, inseguridad, medios de comunicación, familia, trabajo, escuela, etc. (Sánchez Mora, Ma. Del Carmen 1989); han propiciado el cambio en la ingesta de alimentos pasando a consumir alimentos chatarra y comida rápida  como una forma rápida, buena y que favorece la economía, a través de sus precios bajos, además la rapidez de la atención apoya a aquellas personas que no tienen el tiempo suficiente para cocinar o que no se los dan en su trabajo, haciendo más fácil el consumo de alimentos en la calle. En la escuela, los adolescentes por tiempo y economía  se ven influidos a consumir comida rápida y no se contribuye al desarrollo de actividades físicas, debido a problemas con el currículo educativo que sólo plantea dos horas a la semana.
Podemos concluir que los alimentos que se ofrezcan en la escuela contribuyen a la obesidad y, cuando no son alimentos adecuados, provoca una concepción equivocada de lo que son los buenos hábitos alimenticios. Es necesario que la administración escolar, autoridades educativas, padres de familia y la sociedad en general, reconozcan qué  alimentos  constituyen una alimentación balanceada para así fomentarla adecuadamente, evitando el consumo de alimentos chatarra y comida rápida. Las escuelas no están cumpliendo con lo establecido en el decreto 912 de Ley general de educación, al permitir vender en las cooperativas comida poco nutritiva, alta en grasas y azucares que es perjudicial para el desarrollo físico, biológico, académico y social del alumno. Es obligación de las instituciones educativas promover una correcta educación alimenticia para el educando, así como proporcionar información nutricional a los padres de familia para un buen consumo de alimentos en el hogar.
BIBLIOGRAFÍA
Gómez Federico, (2003). Salud Pública de México. Año/vol. 45, número 4 (suplemento). Instituto Nacional de Salud Pública, Cuernavaca, México. Pp. 8.
Sánchez Mora Ma. Del Carmen (1989). La malnutrición en Vida y nutrición. Siglos veintiuno editores, México. Pp104.
SECRETARIA DE SALUD, (2007).Programa Nacional de Salud 2007-2012. Por un México sano: construyendo alianzas para una mejor salud. D.R.© Secretaría de Salud. Lieja 7, Col. Juárez 06696 México, D.F. Pp. 74
GACETA OFICIAL DEL ESTADO DE VERACRUZ, consultado el 4 de diciembre de 2010
http://dns.veracruz-programa.gob.mx/opg/Guia2/paginas/Archivos/LEYES/LEYDEEDUCACION/5septiembre2007(3).pdf
Hecho por:
Zurisadahí Gómez Hernández
Rubén Zeus Juárez Zenil


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